GUÍA DE ORACIÓN GLOBAL

Descripción General:

El «mundo ruso» (o Russkiy Mir) es una ideología utilizada por el régimen del presidente Vladimir Putin, los principales líderes de la Iglesia ortodoxa rusa (Patriarcado de Moscú) y las facciones rebeldes en las zonas bajo control rebelde ruso. Si bien Putin utiliza esta ideología para presentarse como el protector del cristianismo en Rusia, uno de sus verdaderos propósitos es restringir a los cristianos y a las Iglesias fuera de la Iglesia ortodoxa rusa. La ideología defiende el concepto de una «Rusia Santa» (Holy Rus): un imperio que comprende Rusia y las naciones y áreas cercanas que históricamente estuvieron bajo control ruso, o donde actualmente se encuentran rusos étnicos y otros hablantes nativos de ruso. La ideología del «mundo ruso» busca establecer un centro político (Moscú), un centro espiritual (Kiev), un idioma (ruso) y una iglesia (la Iglesia ortodoxa rusa, Patriarcado de Moscú) que se asociará con el líder político de Rusia para dictar y hacer cumplir la unidad de los puntos de vista morales, espirituales y culturales. Algunos miembros de la Iglesia ortodoxa oriental han condenado la ideología del «mundo ruso» como herética porque promueve la idea no bíblica de que la iglesia debe basarse en la etnia, la nación o el idioma.

Los cristianos dentro de Rusia que no forman parte de la Iglesia ortodoxa rusa están legalmente restringidos en varias de las actividades de su fe, especialmente el evangelismo. Si bien el régimen de Putin aún no ha utilizado estas leyes para perseguir severamente a los cristianos en Rusia, existe una gran preocupación por cómo las ideologías que conducen a la persecución se están inculcando a los rusos a través de retratos en los medios, edictos gubernamentales y enseñanzas de la Iglesia ortodoxa rusa. Por ejemplo, la Ley Yarovaya de Rusia de 2016 (llamada así por la defensora política de la ley, Irina Yarovaya) pretende contrarrestar el terrorismo y garantizar la seguridad pública, pero la ley refleja la ideología del «mundo ruso» y restringe la libertad de culto de los cristianos y la evangelización por parte de los cristianos. La ley y sus artículos caracterizan a los cristianos e iglesias fuera de la Iglesia ortodoxa rusa como extremistas religiosos, criminalizando el discurso y las actividades de los cristianos rusos que fielmente dan testimonio de Cristo.

Aunque el régimen de Putin actualmente está ejerciendo moderación en la persecución de sus ciudadanos dentro de Rusia, los cristianos en las áreas controladas por Rusia fuera del país enfrentan mayores restricciones y sufren violencia a manos de quienes actúan en nombre del régimen. En estas áreas, los lugares de reunión han sido atacados violentamente, los pastores han sido atacados y secuestrados, y todos los cristianos enfrentan nuevas leyes religiosas severamente restrictivas. En una zona, un borrador inicial de la constitución incluía una declaración de que la fe principal y dominante sería la ortodoxia profesada por la Iglesia ortodoxa rusa. En otras áreas, el establecimiento de comunidades religiosas requiere el permiso de las fuerzas rebeldes respaldadas por Rusia. A las Iglesias fuera de la Iglesia ortodoxa rusa, incluso aquellas que anteriormente habían sido registradas legalmente, se les está negando el permiso de existir y las Iglesias no registradas enfrentan sanciones. Además, toda la literatura cristiana debe ser aprobada por las autoridades respaldadas por Rusia antes de que pueda ser distribuida legalmente.