Tulu Mosisa era solo un simple campesino que amaba al Señor. Trabajaba en la remota aldea de Nensebo Chebi en el sur de Etiopía con el fin de mantener a su esposa y cinco hijos, quienes permanecían en casa en otra aldea. También asistía a los servicios de una iglesia protestante allí: la Iglesia Bautista Kale Hiwot. Durante el servicio regular del domingo por la mañana, mientras Mosisa y sus hermanos y hermanas cristianos estaban orando, hombres armados con cuchillos y machetes irrumpieron en el edificio de la iglesia. Al mismo tiempo, como a media hora de camino, en la Iglesia Bautista Birhane Wongel, más hombres armados interrumpieron el servicio. Eran musulmanes militantes encomendados por sus creencias religiosas de limpiar de cristianos la zona dominada por musulmanes. Mosisa había ido a la iglesia esa mañana solo —su familia no estaba con él— pero la congregación estaba compuesta de personas de todas las edades, lo cual incluía mujeres y niños. Los creyentes observaron indefensos cómo sus atacantes aseguraron todas las puertas y ventanas, y luego vinieron contra ellos con sus armas. “Allahu Akbar!” (¡Allah es grande!)”, gritaban los atacantes mientras blandían sus cuchillos y machetes. La gente estaba indefensa; gritaron y
Leer másSin duda, con el permiso de su hermano Simón, Andrés dejó atrás las redes temporalmente y viajó para escuchar a un hombre llamado Juan el Bautista. Juan era la comidilla de la ciudad y el muelle. Instaba a las personas a ponerse a cuentas con Dios porque el tan esperado Salvador estaba por llegar. Andrés vio y escuchó algo en Juan que le gustó. Este hombre salvaje no solo era un crítico mordaz de los defectos de la sociedad, sino que también le ofrecía esperanza a la gente a través del arrepentimiento. Tenía la habilidad especial de hacer que la gente se sintiera bastante mal antes de mostrarles cómo podían ser perdonados. Así que, Andrés se convirtió en un seguidor de Juan el Bautista. Con el tiempo, es probable que se haya unido su amigo Juan, el hijo de Zebedeo, quien registró los pasos iniciales que Jesús dio al elegir un grupo de discípulos que entrenaría. En algún momento, por lo menos cinco de los apóstoles originales se encontraban en el área donde Juan el Bautista estaba llevando a cabo su ministerio. Según el relato bíblico, Andrés fue el primero de la banda apostólica en descubrir a Jesucristo en su
Leer másMaurice Tornay era el séptimo de ocho hijos de una familia católica que vivía en lo alto de las montañas suizas, cerca de Valais. La familia estaba unida en el trabajo necesario para vivir y en la fe por la cual vivían. Tornay recordaba a su madre en la chimenea contando la historia de Santa Inés, virgen y mártir. «Ustedes son vírgenes —les dijo a sus hijos—, pero ser mártires, eso es más difícil. Tienen que amar a Dios más que a nada, y estar dispuestos a dar su vida, a derramar la última gota de sangre por Él». El joven Tornay nunca olvidó la lección de su madre. Después de la escuela secundaria, Tornay se unió a los canónigos regulares de la Congregación Hospitalaria del Gran San Bernardo, más conocidos por su labor de rescate en los Alpes y por los famosos perros San Bernardo que crían y entrenan como «asistentes». Una vez que Tornay había progresado, la iglesia les pidió a los canónigos que enviaran misioneros acostumbrados a vivir en zonas más elevadas para que comenzaran a evangelizar a los habitantes del Himalaya o de «los Alpes asiáticos», como se les llamaba en Europa. Tornay se ofreció como
Leer másHanifah tiene cuarenta años, nació en una familia musulmana y se casó con un hombre musulmán, pero su fe en el islam se tambaleó cuando sus hijos enfermaron gravemente. Su marido llamó a imanes y jeques para que rezaran por los niños, pero nunca mejoraron. Finalmente, Hanifah se sintió obligada a llevar a los niños a una iglesia cristiana. Ella los llevaba en secreto a los servicios, y los creyentes de la iglesia empezaron a visitar su casa también en secreto. Tras un tiempo de oración y ayuno, los niños fueron sanados. Hanifah y sus hijos depositaron su confianza en Cristo y se bautizaron. Cuando su marido descubrió que asistían a la iglesia en secreto, los echó de su casa y les cortó toda ayuda económica. Hanifah y sus hijos estaban pasando apuros económicos, por lo cual, su marido les pidió que volvieran a casa y al islam, pero Hanifah se mantuvo firme en su compromiso con Cristo. «He visto el poder de Dios y la alegría que recibimos en Cristo, no puedo volver al islam. He encontrado al Dios que sana. Si sanó a mis hijos, entonces podrá alimentarnos y vestirnos», dijo. La iglesia de Hanifah ha podido ayudarles
Leer másEl 4 de mayo, tres familias de una aldea aceptaron a Cristo, las cuales representan un total de trece nuevos creyentes. Las tres familias, las cuales están emparentadas, decidieron seguir a Jesús después de que uno de los familiares experimentara una sanidad milagrosa tras la oración de un pastor. En vista de que cuarenta de las ciento veinte familias del pueblo ya eran cristianas, la policía del pueblo les informó a los líderes porque temían que todo el pueblo se volviera cristiano. Los hombres de las tres familias fueron detenidos e interrogados. Las autoridades les dijeron que si continuaban siguiendo la religión extranjera, tendrían que obtener documentación oficial de una oficina gubernamental o serían encarcelados. El caso de las familias está ahora en manos de las autoridades provinciales. Oremos por que las familias puedan obtener la documentación adecuada sin más amenazas, por que su nueva fe sea un testimonio de su nueva vida en Cristo y por que en su aldea otras familias lleguen a conocer al Señor. Haz clic aquí para informarte sobre la persecución de los cristianos en Laos y saber cómo orar.
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