A las 10 p.m., Ruth se despertó sobresaltada por el sonido de las explosiones cercanas. Ella y su familia vivían en una pequeña aldea en el centro de Mindanao, Filipinas, un área donde los insurgentes musulmanes habían estado luchando contra fuerzas gubernamentales filipinas durante décadas. Pero en los 18 años que habían vivido allí, Ruth nunca había escuchado combates tan cerca de su casa. Ella y su esposo, Armando, se mudaron a la aldea en 1990 para comenzar una iglesia, que con los años había crecido a 20 familias. Su aldea de unos 800 hogares estaba dividida en partes iguales entre musulmanes y cristianos, pero los rebeldes musulmanes esperaban establecer el dominio musulmán en Mindanao y expulsar a todos los cristianos. Esa noche de 2008, Ruth estaba aterrorizada por el sonido de los combates cercanos. Ella, Armando y sus tres hijos corrieron detrás de su casa, buscando en su propiedad un lugar para esconderse. Al no ver nada mejor que la pequeña pasarela que cruzaba un canal turbio detrás de su casa, rápidamente se arrastraron debajo de ella. Sabían que había serpientes en el agua, pero prefirieron el peligro de las serpientes sobre el de los rebeldes musulmanes que podían escuchar avanzar en
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A los 17 años, Soni fue vendida como esclava por su propia tía. Pasó tres décadas como prostituta en la India antes de que una cristiana nepalí la ayudara a escapar. Esta mujer compartió el evangelio con Soni, y Soni aceptó con alegría la invitación de la salvación a través de Cristo quien la ama. Pero una vez que regresó a casa, su familia no la aceptó porque había sido una prostituta que luego se volvió una «intocable» al convertirse en cristiana. «Todos me rechazaron; Jesús fue el único que me amó», dijo Soni. Su familia la sacó a empellones de la casa, lo que provocó que Soni se fracturara una pierna. Ahora está siendo cuidada por una iglesia. «Por favor, oren por que Dios provea todas mis necesidades y que toda mi familia conozca a Jesús, para que un día ellos también puedan llegar al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo como su Salvador —dijo Soni—. Porque Jesús murió no solo por mí, sino también por ellos». Alabado sea Dios por la fe de Soni, y oremos por que su petición se cumpla.
Leer másContinúa la persecución del Gobierno contra la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana (ERCC) en Chengdu. El domingo 22 de agosto, varios oficiales arrestaron a veintiocho personas reunidas en una casa para un servicio de adoración. Los líderes del servicio pasaron dos semanas en la cárcel y fueron multados. Una semana más tarde, la miembro de la ERCC, Zhang Fan, cuya boda estaba programada para el 28 de agosto, se vio obligada a encontrar un nuevo lugar para la boda, por segunda vez, después de que los funcionarios amenazaron a los propietarios del lugar. Zhang terminó organizando la boda en su casa ese día. Unos días más tarde, un grupo de policías, agentes de seguridad nacional y algunos otros, circularon en la comunidad cerrada de Jiaoda Garden Wuhou y les dijeron a miembros de la ERCC que tenían tres días para mudarse de sus hogares, mientras que a otros no se les permitió pasar la puerta del barrio. Los miembros de la ERCC han sufrido una intensa persecución desde diciembre de 2018, cuando se hizo una redada en la iglesia y el pastor principal Wang Yi fue arrestado y sentenciado a nueve años de prisión. Gracias a Dios por
Leer másEl sábado 11 de septiembre de 2021, islamistas emboscaron y mataron a un pastor en el camino en el estado de Kaduna, Nigeria. El pastor había ido a visitar a su hijo a la universidad local e iba de regreso a casa cuando los atacantes lo confrontaron y lo mataron. «Mataron a mi esposo y le quitaron su motocicleta», dijo su esposa. Luego, los islamistas usaron la motocicleta para ir a la comunidad del pastor, donde atacaron y mataron a otros. Sobreviven al pastor su esposa y sus cinco hijos. Oremos por la comunidad del pastor para que se recupere del ataque. Oremos por su familia mientras llora su pérdida y por que sean consolados quienes también perdieron a sus seres queridos.
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Feliciano había recibido la orden de comparecer en una asamblea comunitaria para que los otros líderes pudieran interrogarlo sobre las nuevas ideas que había estado enseñando en El Avellanal, Chiapas. «¡Usted ha cambiado su manera de pensar! —le dijeron acusándolo—. Habla como evangélico». A los 52 años, Feliciano Ruiz Cruz estaba contento con su vida. Tenía una buena esposa y ocho hijos. Él y sus tres hijos mayores, todos casados, cultivaban sus tierras y mantenían a toda la familia. Feliciano era uno de los cuatro líderes laicos en su iglesia católica tradicionalista local. También era miembro del grupo rebelde zapatista de izquierda y un miembro respetado de su comunidad. Todo eso cambió un día de abril de 2013. Mientras leía la Biblia, fue convencido por el Espíritu Santo de que su adoración de ídolos era pecaminosa. Se dio cuenta de que la adoración idólatra de santos y dioses en su iglesia tradicionalista estaba mal, y pronto le comenzó a enseñar a los demás lo que había aprendido. Otros en la comunidad comenzaron a darse cuenta, y sus tres colíderes en la iglesia le pidieron que compareciera en la asamblea comunitaria de El Avellanal para responder sus preguntas. La región alrededor de
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