Estar en prisión en Eritrea como creyente: Hablar de Cristo tras las rejas
Eritrea
El Dr. Berhane pasó 11 meses en prisión en Eritrea debido a su testimonio cristiano. Lo siguiente ha sido editado y extraído de una entrevista del Dr. Berhane con el presentador de VOM Radio, Todd Nettleton.
Me encontraba trabajando en el hospital cuando un día vino la policía secreta y me arrestó, y me envió a prisión, y estuve allí 11 meses.
En ese entonces (cuando fui arrestado), yo era un nuevo creyente, pero aún así creía que mi futuro estaba en manos de Dios. Quería usar la oportunidad para compartir el amor de Dios a los guardias de la prisión, a mis compañeros prisioneros, los reclusos, y Dios abrió esta oportunidad. Todos los días aplaudía y los prisioneros se acercaban y les compartía el evangelio.
Cuando estás en prisión lo que ves es acoso; todos te gritan, los prisioneros pelean entre ellos y los guardias no son amables contigo. Pero, si puedes mantener esta paz interna, es gracias a Jesús. Quieres compartirle esa paz a los guardias y a los prisioneros. Algunas veces, ves a personas siendo tocadas por eso y quieren escuchar más al respecto. De modo que esto me anima para hacer más y más. Algunas personas oraron e invitaron a Jesucristo a entrar en su corazón.
Cuando estás en esta prisión, no es como una prisión en Occidente. A la mayoría nunca se les ha acusado (de un delito). Un día llaman a 5 o 6 (o), 20 personas y las ejecutan. Nadie sabe cuándo va a ser ejecutado.
Recuerdo que una noche dos hombres vinieron a mi cama y tomaron prestada mi Biblia, y leyeron juntos y oraron. A la mañana siguiente uno de ellos fue ejecutado. Así que, cuando ves a esas personas prepararse para enfrentar la eternidad, aprecias estar allí. Ese era el propósito de Dios. Mucha gente oró justo antes de morir, así que esa es realmente una buena oportunidad.
Hay veces que sientes que Dios te ha olvidado; especialmente cuando ves que te arrebatan estas 20 a 30 personas. Estás cerca. Te conviertes en familia en la prisión. Comemos juntos, nos reímos juntos, y de repente el guardia de la prisión viene con una lista de nombres y solo esperas. Quizá seas uno de ellos, pero no lo eres, sino tus amigos que forman parte del grupo (sí). Te sientes mal, pero siempre, la Escritura me animó
Recuerdo una vez que estaba un poco perturbado. Cuando busqué en la Escritura el libro de los Salmos: «Aunque ande en valle de sombra de muerte […] tú estarás conmigo». Sentí que este es el valle de la muerte. Se los compartí a los prisioneros, les dije: “Este es el lugar donde estamos, pero eso no es todo, Dios está con nosotros”. De modo que mucha gente fue consolada, y puedes ver el poder de la Escritura para ese tiempo oscuro.
Tuve que esconderla mi Biblia. A veces hay (un) cateo; se llevaron mi Biblia, pero tuve que meter otra de nuevo de contrabando. En 11 meses, tres veces tuve que meter una Biblia de contrabando, así que tres veces se llevaron mi Biblia.
Conozco a tres [prisioneros en Eritrea: el Dr. Kiflu Gebremeskel, Kidane Weldou y Haile Nayzgi]; de hecho, el Dr. Kiflu fue mi compañero de oración. El pastor Kidane también es pastor y lo conocí desde joven. También conozco muy bien a Haile. Hay más libertad dentro de la prisión que fuera. Una vez que estás allí, ya estás allí; no tienes miedo al encarcelamiento. La gente se siente más libre para adorar dentro de la prisión que afuera.