John Brown era un granjero escocés lleno de pasión por Cristo. Provenía de la patria de los lolardos, la Comarca de Ayr. Criado en la fe reformista y de la Iglesia libre, Brown era un amigo cercano de Richard Cameron, llamado el León del Pacto, y de Alexander Peden, llamado el Profeta del Pacto. En la boda de Brown, en 1685, Peden le dijo a la nueva señora Brown: «Tienes a un buen hombre para que sea tu marido, pero no lo disfrutarás mucho tiempo. Valora su compañía, y mantén una sábana junto a ti para envolverlo porque, cuando menos lo esperes, la necesitarás, y quedará ensangrentada». Un impedimento del habla no le permitió a Brown convertirse en predicador, pero en su humilde cabaña dirigió una escuela bíblica donde enseñaba a los jóvenes en lo que podría considerarse la primera escuela dominical regular. El año 1685 ha sido considerado el peor Tiempo de Matanza de una terrible era. Los covenanters escoceses fueron implacablemente presionados, acosados y asesinados, como lo registra tanto el historiador lord McCauley como el autor Daniel Defoe. Cuando, en ese año, las tropas llegaron a la puerta de Brown, lo hicieron buscando a Peden, debido a que
Leer másLa pierna mutilada de Jaffar palpitaba mientras estaba sentado despierto en su habitación en medio de la noche. El iraquí de veintitrés años sentía la carga de su soledad y de su depresión como un peso físico sobre sus hombros. Su amigo había muerto, y su fe se había ido. Desesperado, desafió al Creador del universo: «¡Si estás allí, muéstrate!». Agotado por el dolor, la frustración y el llanto, Jaffar finalmente se quedó dormido. Fue entonces, dijo, que experimentó un sueño sorprendentemente detallado. Jaffar dijo que soñó que estaba encaramado en un estrecho puente lo suficientemente ancho para uno solo. Debajo de él había un abismo de humo y fuego que irradiaba calor hacia arriba. Podía oír los gritos de otros detrás de él cuando el puente se derrumbaba bajo sus pies y se sumergían en la sima debajo de ellos. Aterrorizado, dio un paso cuidadoso tras otro. Después de llegar a una puerta al final del puente, llamó y un hombre con una vestimenta blanca abrió la puerta. «¿Quién eres?», preguntó Jaffar. El hombre le dijo que era el dueño de la puerta y lo invitó a entrar. Sin embargo, le advirtió a Jaffar que si entraba por la
Leer másThe terrified couple clung to each other inside their one-room home while the mob of angry Muslims outside shouted insults and threats: “They have burned the Holy Quran! We will teach them a lesson!” Shama cried as her husband, Shahzad, tightened his arms around her and began to pray. At 6 a.m., more than 500 Muslims had gathered outside the young couple’s home near the brick kiln where they worked as bonded laborers. Shama’s husband couldn’t believe the events of the last few months had come to this. Indentured Workers in Pakistani brick kilns Shahzad, his father and four brothers moved to the brick kiln near Kot Radha Kishan, Pakistan, in 2000, when Shahzad was 16. As poor Christians (Pakistan’s lowest social class), they had few employment options. While the work in a brick kiln was grueling, it at least provided them food and a place to sleep. However, as often occurs with poor Christians in Pakistan, the family soon became indebted to the brick kiln owner. The debts are eventually passed on to the children, indenturing many families for life. Although Shahzad’s family was Christian, his father, Nazar, became friends with Muslims living near the kiln. He often read
Leer másEl jeque Ashim Hussein de 41 años y padre de nueve creció como un musulmán devoto. Celoso por las enseñanzas islámicas buscó destruir el cristianismo, y una vez movilizó a sus estudiantes para quemar una iglesia. Pero cuando los miembros de la iglesia se reunieron frente a su iglesia quemada y oraron en voz alta por el perdón de los reponsables, su testimonio desconcertó al jeque Ashim y sacudió sus cimientos espirituales. «Estas personas no son personas sanas —pensó—. ¿Cómo pueden orar por que Dios perdone a alguien que quemó su iglesia? En mi religión, maldecimos a las personas que hacen cosas malas». Con el tiempo, el jeque Ashim confió en Cristo para su salvación y dejó el islam. Pero cuando la comunidad musulmana del jeque Ashim se enteró de su nueva fe, lo rechazaron, lo expulsaron de su casa y lo amenazaron con matarlo. Durante la última década, ha tenido que reubicarse varias veces debido al acoso y las amenazas en curso. A pesar de esto, el jeque Ashim testifica audazmente acerca de Cristo, y ha guiado a otros 29 jeques a la salvación en Él. «No obtengo paz si no testifico de Jesús», dijo. Oremos por el jeque
Leer másA una iglesia casera de 1000 miembros, el gobierno cubano le ha prohibido que se reúna para los servicios. En las últimas semanas, el gobierno anunció que las iglesias en Cuba podrían comenzar a reunirse nuevamente de manera presencial el domingo 10 de octubre. Sin embargo, el 8 de octubre, la iglesia casera de Amparo Gallo en Santa Clara recibió la noticia por parte del gobierno de que no se le permitiría reunirse para los servicios presenciales. Oremos por sabiduría de Dios para estos hermanos y hermanas mientras determinan cómo honrar a Dios en medio de las restricciones del gobierno cubano, y oremos por que el gobierno levante las restricciones. Haga clic aquí para conocer más sobre la persecución contra los cristianos en Cuba y saber cómo orar.
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