Mientras Micah y Dorcas Magaji caminaban por su aldea nigeriana la mañana del 18 de diciembre de 2014, fueron confrontados con una elección. Un grupo de musulmanes los rodeó y les exigieron que negaran a Cristo: Micah y Dorcas podían negar a Cristo y vivir, o permanecer fieles y posiblemente enfrentar la muerte. —Nacimos en una familia cristiana —les dijo Micah—. Seguimos siendo cristianos hoy. No hay manera de darle la espalda a nuestro pasado. Los hombres entonces amenazaron con cortarle el brazo a Micah y matarlo si no renunciaba a su fe. —Solo Dios puede tomar la vida —respondió—. Es de Dios, por lo que no puedes quitarme la vida. Los musulmanes intentaron entonces intimidar a Dorcas, pero ella también permaneció fiel. —Estoy casada con un cristiano —dijo—. No hay forma de que me retracte. Dondequiera que vaya mi marido, yo iré. No voy a cambiar de esta fe a ninguna otra. La respuesta de Dorcas los enfureció. La mataron a tiros, y después le dieron de machetazos en los antebrazos a Micah antes de darlo por muerto. «Unos ancianos cristianos se enteraron del ataque, por lo cual enviaron gente a rescatarme —explicó Micah, de 35 años—. El poder
Leer másMilitantes musulmanes fulanis atacaron un servicio religioso en el sur del estado de Kaduna, mataron a dos y secuestraron a docenas. Otros ocho, incluido un pastor, murieron en ataques anteriores contra aldeas predominantemente cristianas. Ganaderos armados emboscaron las aldeas, e iban disparando al azar mientras invadían las comunidades. «El pastor se mantuvo firme al negarse a renunciar a su fe cristiana, incluso cuando sabía que le costaría la vida —dijo un sobreviviente—. No hay duda de que vale la pena morir por Jesucristo». Oremos por los cristianos de estas comunidades que han perdido a sus seres queridos en los ataques recientes. Oremos por que la paz de Cristo gobierne sus corazones mientras experimentan persecución continua de los que desean silenciar su testimonio fiel. Oremos también por que estos musulmanes militantes encuentren la salvación en Cristo. Haz clic aquí para informarte sobre la persecución de los cristianos en Nigeria y saber cómo orar.
Leer másAlgunos obreros de primera línea celebraron un «día deportivo» de evangelización en noviembre para jóvenes de todos los trasfondos, incluidos varios niños musulmanes. En el evento, ochenta niños escucharon el evangelio proclamado a través de la enseñanza de la Palabra de Dios y el canto de canciones cristianas. «Oremos por que la Palabra permanezca en sus corazones y dé fruto», dijo un obrero de primera línea. Oremos por que las semillas del evangelio sembradas en los corazones de los niños en este evento deportivo lleven a los frutos de la salvación y la fe. Haz clic aquí para informarte sobre la persecución de los cristianos en Líbano y saber cómo orar.
Leer másEl 17 de octubre, unos quinientos nacionalistas hindúes golpearon y apedrearon a más de sesenta cristianos y los detuvieron bajo la acusación de convertir a los hindúes al cristianismo por la fuerza. Cuando la policía llegó, observaron los ataques, pero luego detuvieron a los cristianos en lugar de a los de la muchedumbre, quienes incluso vandalizaron vehículos que pertenecían a los creyentes. Algunos de los cristianos fueron llevados a la cárcel, pero los pusieron en libertad bajo fianza. Oremos por que los que fueron detenidos permanezcan firmes en su fe a pesar de la persecución que han sufrido, y oremos por que los heridos en el ataque experimenten sanidad. Oremos por que el Espíritu Santo ayude a todos los creyentes a perdonar a sus atacantes. Oremos también por que los nacionalistas hindúes puedan ver el odio que hay en sus corazones, y por que escuchen el evangelio y experimenten el perdón y el amor de Dios. Haz clic aquí para informarte sobre la persecución de los cristianos en India y saber cómo orar.
Leer másLa tumba de Danjuma Shakaru todavía está vacía. Los aldeanos habían cavado el lugar de descanso final del niño de 13 años después de que fue gravemente herido durante un ataque el 28 de enero de 2015 en su aldea. Cuando vieron su cuerpo destrozado y sin vida cubierto de sangre, esperaban que estuviera muerto. Pero Dios tenía otros planes. Tres meses después del atentado, el rostro de Danjuma está marcado por horrendas cicatrices donde le arrancaron el ojo derecho… y por una sonrisa radiante Los recuerdos de Danjuma del ataque comienzan con los disparos que escuchó alrededor de las 6 a.m. un miércoles por la mañana. Recuerda haber corrido para salvar su vida y después ser confrontado por algunos de los más de 1000 insurgentes islámicos que atacaron su aldea cristiana, quemando casas y matando a aldeanos que no lograron escapar. Aunque sus recuerdos del ataque están incompletos, una cosa que nunca olvidará es el dolor causado por un machete rebanando el lado izquierdo de su cabeza. El resto del ataque, por la gracia de Dios, no lo recuerda. «Entonces me encontré en esta situación —dijo—. No puedo recordar cómo continúa la historia de nuevo». BRUTALIDAD ATERRADORA Danjuma no
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