Muchos cristianos tienen miedo. Tienen miedo al ver a la cultura y a la sociedad estadounidenses alejarse continuamente de las enseñanzas bíblicas y los valores cristianos que aprecian profundamente. Temen que la persecución que nuestros hermanos y hermanas enfrentan en naciones como China, Nigeria, Corea del Norte y Libia pronto pueda ser mucho más que algo sobre lo que leemos. Quizá sea el camino que nosotros —los cristianos de la «tierra de los libres»— estemos llamados a recorrer. El problema con esta actitud es que la Biblia nos dice que no temamos. Cuando las autoridades comunistas de Rumania forzaron al fundador de VOM, Richard Wurmbrand, a subir a una furgoneta mientras iba caminando a la iglesia el 29 de febrero de 1948, tenía buenas razones para tener miedo. Así es como recuerda sus pensamientos esa mañana en su libro In God’s Underground [En la clandestinidad de Dios]: Sabía que me enfrentaría a interrogatorios, malos tratos, posiblemente años de encarcelamiento y muerte, y me preguntaba si mi fe era lo suficientemente fuerte. Recordé entonces que en la Biblia está escrito 366 veces —una vez por cada día del año— «¡No temas!». Son 366 veces, no solo 365, para tomar en cuenta
Leer másIbrahim tiene 65 años y es padre de catorce hijos. Había vivido sin ninguna religión excepto por la creencia en espíritus malignos. Pero Ibrahim ahora confía en Cristo. Escuchó el evangelio cuando un joven obrero de primera línea fulani le explicó las Escrituras, y le ayudó cuidadosamente a entender la salvación que está disponible solo a través de Jesucristo. Ibrahim le entregó su vida a Jesús y fue bautizado. Ahora les comparte el evangelio a otros y anima a los miembros de su familia a que también le entreguen su vida a Cristo. «Cuando Ibrahim estaba siendo bautizado, estaba lleno de alegría y dijo que de inmediato sintió un gran cambio en su corazón —dijo otro obrero de primera línea—. ¡Nos pide que oremos por él en su nuevo caminar con Jesucristo y también por su familia!»
Leer másMusulmanes fulaníes radicales atacaron el Bachillerato Bautista Bethel en el estado de Kaduna al norte de Nigeria el 5 de julio de 2021. Los atacantes entraron en motocicletas disparando salvajemente al aire mientras atravesaban la valla que rodeaba la escuela. El número exacto de los alumnos secuestrados es incierto, ya que algunos pudieron escapar durante el ataque. El hijo del pastor de la Iglesia Bautista Bethel estaba entre los alumnos que escaparon. «En este momento me he quedado sin palabras —dijo el pastor—. La escuela es un ministerio educativo de mi iglesia. Esta es una situación muy, muy triste para nosotros». Por favor oremos por el regreso seguro de todos los alumnos que aún están desaparecidos, y por que sus secuestradores sean llevados ante la justicia. Oremos también por que los padres cuyos hijos fueron secuestrados reciban consuelo. Haz clic aquí para informarte sobre la persecución de los cristianos en Nigeria y saber cómo orar.
Leer másAsim y Zarah siguieron caminos separados hacia la fe en Cristo, pero cuando sus caminos convergieron en El Cairo, Egipto, se convirtieron en uno en el servicio del Señor. Las conferencias de ciencia que Asim estaba escuchando en la universidad no parecían estar de acuerdo con la fe musulmana de su familia. Dudoso y desilusionado, comenzó a salir a cafés con amigos ateos que se burlaban del Corán. Aunque no tenía ningún interés en la religión, un año Asim acordó acompañar a un amigo cristiano copto en el servicio de Nochebuena de su iglesia. Después de salir del servicio, no podía quitarse de la cabeza la letra de una canción: «Moriste por mí y tomaste mis cargas por mí». Curioso por saber más acerca de las misteriosas palabras, regresó a la iglesia y pronto comenzó a estudiar la Biblia con un hombre que conoció allí. * * * Zarah tenía celo por el islam, y comenzó a estudiar con un clérigo musulmán salafista ultraconservador, e incluso se unió a él como misionera musulmana anticristiana. Ella se paraba afuera de la oficina de la Sociedad Bíblica de El Cairo para repartir folletos y regañar a cualquiera que saliera con una Biblia.
Leer másCada mañana, el pastor Navid y su esposa, Shadi, se despiertan sabiendo que podrían estar tras las rejas al anochecer. En Irán, donde las autoridades se infiltran en las iglesias y escuchan los teléfonos de los creyentes, los cristianos siempre deben estar preparados para la posibilidad de ser arrestados y encarcelados. Sin embargo, para Navid y Shadi la amenaza de encarcelamiento significa poco en comparación con su carga por aquellos a su alrededor que no conocen a Cristo. Afortunadamente, cuanto más comparten en secreto a Cristo en Irán, encuentran que más personas están listas para escuchar. Antes de que la pareja se casara, Navid fue testigo de primera mano de la persecución de los cristianos por parte del régimen autoritario islámico de Irán. Mientras servía en siete ciudades diferentes, incluyendo la capital, Teherán, vio a más de 40 cristianos ser arrestados. En una ciudad, varios cristianos fueron arrestados después de que la agencia de inteligencia intervino el teléfono de una mujer para identificar a los creyentes locales. En otra ciudad, los cristianos fueron arrestados después de que un vecino llamó a la policía para informar que escuchaba música de adoración cristiana. En otra parte, alguien fingió ser cristiano para infiltrarse en una iglesia
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