VIMOS CUANDO LA IGLESIA PASÓ A LA CLANDESTINIDAD Después de alejarse de Cristo en los primeros días del régimen comunista de Kim Il Sung, una mujer norcoreana fue conducida de nuevo a la fe por un solo versículo de la Biblia. Rhee Soon-ja tiene recuerdos vívidos de su padre leyéndole la Biblia a ella y a sus seis hermanos cuando eran niños. Recuerda que los versículos estaban impresos verticalmente, en lugar de horizontalmente. Y aunque ahora tiene 82 años, todavía puede recordar la frase «Cristo es el Señor de esta casa» colgando de una pared de su casa. «Mis padres oraron para que Dios me usara como su sierva —dijo, evocando otro recuerdo de la infancia—. Crecí soñando con convertirme en evangelista». Eran los días antes de que Corea se dividiera en Norte y Sur, comunista y libre. Eran los días cuando la fe cristiana florecía en Corea del Norte. «Había muchos cristianos —compartió Soon-ja desde su sala de estar en Corea del Sur—. Yo asistía a la Iglesia metodista. Todas las congregaciones se reunían todos los domingos». Cuando Soon-ja era una niña, su familia fue una de las primeras en experimentar persecución bajo el Gobierno de Kim Il Sung, primer
Leer másCuando Rung, de 18 años, y su hermano abandonaron su aldea para buscar trabajo, fueron empleados por una familia cristiana cuyo ejemplo ganó para el Señor a Rung y a su hermano. Después de regresar a la aldea, su madre enfermó, lo cual fue atribuido a su fe cristiana. Mientras el hermano de Rung estaba ausente, la familia sacrificó un pollo, alentando a Rung a renunciar a su fe y a participar en el ritual. Cuando ella se negó, llamaron a la policía. La policía entrevistó a Rung y le dijeron que querían que viniera a la estación al día siguiente. Temiendo que fuera detenida, Rung abandonó su aldea para buscar refugio con un obrero de primera línea en la capital de la región. No tenía nada más que la ropa que llevaba, su teléfono y $12. Ahora está recibiendo ayuda para alimentos, ropa y suministros de costura para poder aprender un oficio. Haz clic aquí para conocer más sobre la persecución contra los cristianos en Laos y para saber cómo orar por ellos.
Leer másGita ha creído en Jesucristo desde los 11 años, pero sus padres la dieron en matrimonio a un hombre hindú veinte años mayor que ella. Ella es un miembro activo de una iglesia local a pesar de la oposición de su marido. Dos veces le ha destruido las biblias que le ha dado la iglesia, y la ha golpeado muchas veces por asistir a la iglesia. A principios de este año, estaba tan enojado que vertió curry de lentejas hirviendo sobre ella, quemándole la pierna lo suficiente como para que tuviera que ser hospitalizada. La iglesia local pagó los gastos médicos ya que su marido no quería hacerlo. El 8 de agosto, el marido de Gita la golpeó severamente, rompió su teléfono y destruyó su himnario, ya que no pudo encontrar su biblia. Gita usa el teléfono de una vecina para informarle al pastor de su situación, pero desde entonces no se ha vuelto a comunicar. El pastor pide oración por Gita y sus hijas de 7 y 5 años. Haz clic aquí para conocer más sobre la persecución contra los cristianos en Nepal y saber cómo orar.
Leer másHace dos años, musulmanes extremistas lanzaron ataques contra los cristianos en la comunidad donde vive Isayas. Incendiaron los cultivos, hogares y bienes de los cristianos, y destruyeron la iglesia donde Isayas y otros adoraban a Cristo. Los cristianos huyeron de la zona, pero más tarde regresaron y compraron tierras donde reconstruir su iglesia. Sin embargo, el pequeño grupo no tenía suficiente dinero para construir un nuevo edificio. Obreros de primera línea, con la ayuda del Cuerpo global de Cristo, les proporcionaron fondos para reconstruir. «Fue como un milagro para nosotros —dijo Isayas—. No esperábamos poder reconstruir la iglesia tan pronto. Pero nada hay imposible para Dios, y Él nos dio los fondos». Isayas y los otros líderes de su iglesia piden oraciones para que puedan continuar compartiendo las buenas nuevas a pesar de la persecución. Haz clic aquí para conocer sobre la persecución cristiana en Etiopía y saber cómo orar.
Leer másEl hermano Ismail fue despedido de su bien remunerado trabajo cuando su empleador descubrió su fe en Jesucristo. Está tratando de encontrar un trabajo para mantener a su familia, una tarea difícil en su país predominantemente musulmán. La esposa de Ismail necesita medicamentos para una enfermedad crónica, que es una carga especialmente grande para la pareja desde que perdieron su fuente de ingresos. Por favor, oremos por que Ismail encuentre un nuevo trabajo y para que la salud de su esposa mejore.
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