PROPORCIONANDO UN LUGAR SEGURO PARA QUE QUIENES HAYAN DEJADO EL ISLAM CREZCAN EN SU RELACIÓN CON CRISTO Cuando la primera roca le golpeó la espalda, Waleed se dio la vuelta y gritó: «¿Quién fue?». Grupos de jóvenes que merodeaban por la calle se le quedaron mirando fijamente, mientras los tenderos evitaban el contacto visual. Entonces, cuando Waleed se volvió para continuar su camino, un aluvión de piedras comenzó a llover sobre él. «Estaba tan asustado —recordó—, tan asustado». Waleed corrió por su vida. Más tarde, al revisar sus cortadas y moretones, se dio cuenta de que sus hermanos en la mezquita ya no eran sus hermanos. Había señalado demasiadas contradicciones en el Corán y había hecho demasiadas preguntas sobre Jesús que no le habían podido responder. ¿Quién era este Jesús mencionado 187 veces (más que ninguna otra persona) en el Corán? LLEGAR A SER UN ERUDITO ISLÁMICO Un tío de la familia profundamente islámica de Waleed lo seleccionó a una edad temprana para que se convirtiera en un erudito islámico. Adquirió tanta fluidez en árabe, el idioma del Corán, que recibió una beca de cuatro años para una universidad islámica en La Meca, Arabia Saudita, donde se esperaba que se
Leer másDespués de perseguir celosamente a los cristianos durante décadas, un oficial del ejército birmano cometió un error que lo llevó a un encuentro con seis pastores encarcelados que cambió su vida. Khin Maung quería ser parte de algo más grande que él. Después de terminar el bachillerato, se unió al Ejército de Birmania y rápidamente ascendió de rango, llegando finalmente al nivel de teniente coronel. Como oficial al mando de su propio batallón, desarrolló una reputación de brutalidad hacia sus soldados, reservando su trato más duro para los cristianos. Khin aprendió a odiar a los seguidores de Jesús a una temprana edad. Creció en una familia birmana rígidamente budista, y dos de sus tíos eran influyentes monjes budistas. A los 11 años, pasó nueve meses como novicio, vistiendo la tradicional túnica granate y viviendo entre monjes adultos en un monasterio local. Le enseñaron que Jesús era discípulo de Buda y que fue crucificado por desobedecer las instrucciones en las que se le prohibía predicar. Además, le enseñaron que cuando Jesús murió, se convirtió en un espíritu maligno. «Desde ese momento, pensé que los cristianos estaban locos —dijo—. Decidí que no quería tener nada que ver con ellos». Khin aprovechaba cualquier
Leer másPor Cole Richards, presidente de La Voz de los Mártires PARTE I: LA MENTALIDAD DE «SIN IMPORTAR EL COSTO» Nuestro Señor nos ha enseñado cuál es el primer paso para prepararnos para la persecución, y los miembros de nuestra familia cristiana que están en China lo han llevado a cabo de manera ejemplar bajo un régimen comunista brutal durante más de setenta años. Cristo nos instruyó a calcular el costo del discipulado y a tomar nuestra cruz diariamente. Seguirlo es costoso, pero como Él es infinitamente digno, debemos seguir pagando sin pensarlo cuando los perseguidores suban el precio al oponérsenos. El fundador de VOM, Richard Wurmbrand, dijo: «Un hombre realmente no cree lo que recita en su credo, sino solo en las cosas por las que está dispuesto a morir». El primer paso para prepararse para la persecución es identificar las cosas que haremos sin importar el costo. Leeremos la Palabra de Dios, oraremos, adoraremos, nos reuniremos con otros creyentes y daremos testimonio de Cristo, y nada nos impedirá hacer estas cosas con un corazón dispuesto y alegre. Debido a que hacemos estas cosas en obediencia a los mandamientos de nuestro Señor, su valor está más allá de toda evaluación.
Leer másCOMPARTIENDO LA PALABRA DE DIOS EN LAS PROFUNDIDADES DEL «INFIERNO» Mientras el pastor Houmayoun dirigía una reunión de oración en su casa en Shiraz, Irán, en 2012, la policía secreta irrumpió y arrestó al pastor, a su esposa, a su hijo de 17 años y a otros cuatro líderes de su iglesia. A los siete cristianos les vendaron los ojos, los metieron en vehículos y los llevaron a una prisión de inteligencia para ser interrogados. Después de días de interrogatorio, fueron trasladados a una prisión pública y se les ordenó guardar silencio sobre por qué habían sido arrestados; los guardias temían con razón la propagación del cristianismo entre los seis mil prisioneros de la cárcel. Pero Houmayoun y los otros creyentes se sintieron obligados a obedecer a una autoridad superior. «Hubiera sido más cómodo simplemente quedarnos callados y no hablar de Jesús —dijo Houmayoun—. Así nos habría ido mejor en la cárcel». Al compartir sus testimonios y el evangelio con los reclusos musulmanes, una cosa quedó muy clara: iban a necesitar biblias. RECOPILACIÓN DE VERSÍCULOS En lugar de desesperarse por su encarcelamiento, los cristianos vieron la oportunidad de difundir el evangelio entre sus compañeros de prisión. A medida que compartían
Leer másSimo es un hombre alto con una postura erguida, lo cual revela su carrera en el ejército y más tarde como investigador de la policía. Como muchos de sus compatriotas, Simo nació siendo musulmán, pero siempre le dio poca importancia a su fe. Era la tradición y era parte de su cultura, pero se había sentido más leal a su país que a su religión musulmana. A principios de los noventa, Argelia pasó de un sistema político de partido único a un sistema multipartidista, y, sorprendentemente, un partido islamista ganó las elecciones. Para evitar la posibilidad de un gobierno liderado por extremistas, el ejército rápidamente tomó el control, lo cual provocó una insurgencia que duró seis años. Simo sirvió como detective de la policía durante la insurgencia, y un día se encontró interrogando a un joven musulmán que justificaba sus acciones violentas citando el Corán y las enseñanzas del profeta Mahoma. «Pensé: “Si todo esto es correcto y el islam nos está diciendo que matemos, entonces el islam no es una religión y ya no puedo seguirla”», dijo Simo. Desilusionado con la religión en la que había crecido, Simo comenzó a considerar el cristianismo. Después de visitar algunas iglesias, incluyendo
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