Cheryl Beckett estaba entusiasmada con la oportunidad de acompañar a un equipo médico en un viaje de servicio a varias remotas aldeas afganas. Durante sus casi seis años de vida allí, había viajado a varios lugares fuera de Kabul, pero este nuevo viaje la llevó a una zona que nunca había visitado; un área que aparecía en una de sus historias favoritas de Rudyard Kipling, El hombre que quiso ser rey. Sabía en su corazón que sería una experiencia memorable y transformadora, aunque también podría suponer algún peligro. Ciertamente, la obrera humanitaria de treinta y dos años nunca podría haber previsto que sería su última aventura en la Tierra y el comienzo de su aventura eterna en el Cielo. Hasta cierto punto, vivir en Afganistán siempre conllevaba la posibilidad de peligro; sin embargo, Beckett había sentido un llamado del Señor para servir allí dirigiendo proyectos de desarrollo comunitario. Principalmente, les enseñaba a los aldeanos a proveerse de alimentos por sí mismos a través de la jardinería nutricional, y también trabajaba en clínicas de mujeres, donde les enseñaba a madres e hijos cómo mantenerse saludables a través de sus propios medios. Cada vez que surgía la oportunidad, hablaba sobre su fe
Leer másA finales de febrero de 2015, combatientes del autoproclamado Estado Islámico avanzaron en una región históricamente cristiana en el noreste de Siria, y expulsaron a los cristianos de una docena de aldeas. Raman, un cristiano asirio, y el resto de las 130 familias de su aldea sabían que el ataque se avecinaba. Durante la primera parte de la guerra, el área había estado bajo control kurdo. A medida que avanzaba la guerra, el Estado Islámico avanzó y estableció un campamento a solo dos millas o tres kilómetros de la aldea. Ambas partes buscaban la ubicación estratégica de la aldea ubicada en la cima de una montaña. Durante varias semanas antes, los combatientes del Estado Islámico habían estado comprando verduras en el pueblo semanalmente. Los yihadistas les advirtieron a los aldeanos que se fueran ya que habría una batalla. Los hombres enviaron a sus esposas e hijos lejos para su protección, y se prepararon para defender el pueblo. Luego, un viernes por la mañana, unos soldados del Estado Islámico aparecieron en la histórica iglesia asiria que había estado en pie durante siglos. Les dijeron a los cristianos: «Somos una nación islámica. Remuevan la cruz de su iglesia». Al día siguiente, regresaron
Leer másDespués de pasar cinco años desarrollando relaciones con cuarenta norcoreanos en China, un fiel cristiano chino finalmente llevó a uno de ellos, un funcionario del Gobierno norcoreano, a Jesucristo. Lee Joon-ki buscó cuidadosamente en el café chino el lugar adecuado para sentarse. El dueño del lugar, un compañero cristiano, le había contado sobre un trabajador de mediana edad de Corea del Norte que estaba en el café, y Joon-ki quería sentarse en el lugar correcto para comenzar una conversación con él.Después de sentarse en una mesa cerca del hombre, Joon-ki comenzó una conversación informal con él, incluso logró atraer al dueño del café a la conversación. Estas conversaciones, que pueden volverse peligrosas rápidamente para todos los involucrados, son para lo que vive Joon-ki, un obrero de primera línea que comparte el evangelio con norcoreanos dentro de China cerca de la frontera con Corea del Norte. «Encontrar a estos norcoreanos, desarrollar relaciones y llevarlos a Cristo es la obra de Dios; está lleno de la gracia de Dios —dijo—. Simplemente reunirme con él durante una hora es sumamente valioso. No es algo que podamos hacer normalmente. Cada ocasión podría ser la última». Joon-ki es un pastor ordenado que ha servido como
Leer másCasi nadie estaba a favor de que Mai se casara con el pastor Giang. Sus familiares, quienes son comunistas, se opusieron firmemente al matrimonio, al igual que los funcionarios locales del Partido Comunista y sus amigas de la escuela donde trabajaba. «Mi hermano mayor es policía de la ciudad y ocupa una posición muy alta en la provincia —explicó Mai—, y mis dos hermanos menores también son policías. Me [prohibieron] casarme con él». Pero Mai decidió casarse con el pastor Giang en contra de los deseos de sus familiares y amigos, y pronto pagó un precio por ello. Cuando el Gobierno vietnamita se enteró de que se había casado con un pastor y luego confirmó que también se había convertido al cristianismo, la despidieron de su puesto como subdirectora de la escuela. Al principio, Mai se preocupó por estar desempleada, pero Giang, quien había tenido problemas para encontrar trabajo en el pasado, le leyó versículos de las Escrituras y la hizo sentirse segura con respecto a la provisión de Dios. Pronto Mai encontró un nuevo propósito: servir al Señor al lado de su esposo. Con los antecedentes de Mai en educación y la experiencia de Giang en el ministerio, comenzaron
Leer másEL GOLPEADOR SE CONVIERTE EN EL GOLPEADO Paulus no tenía idea de que las palabras del hombre al que estaba golpeando serían proféticas. Siendo un musulmán devoto que trabajaba en la policía, se esforzaba por predicar el islam entre la comunidad cristiana minoritaria de Pakistán, incluso golpeando a muchos cristianos en un esfuerzo por obligarlos a convertirse en musulmanes. Entonces, un día, Paulus conoció a un pastor en un parque. Habló del islam con él y trató de persuadirlo para que aceptara lo que él consideraba era la única religión verdadera. Pero como seguidor comprometido de Jesucristo, el pastor le dijo a Paulus que no podía convertirse en musulmán. Así que, apegándose a la práctica estándar, Paulus lo atacó violentamente. Entre los dolorosos golpes a la cabeza, el pastor hizo contacto visual con Paulus y le dijo: «Estoy siendo golpeado por causa de Jesucristo, y un día tú también lo serás». Aunque las palabras del hombre dejaron una impresión en él, Paulus no entendería lo que significaban hasta años después. CONOCER A JESÚS La lectura era una gran pasión de Paulus, y un día mientras veía qué había en su librería local, con curiosidad tomó y compró un libro viejo.
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