John Brown era un granjero escocés lleno de pasión por Cristo. Provenía de la patria de los lolardos, la Comarca de Ayr. Criado en la fe reformista y de la Iglesia libre, Brown era un amigo cercano de Richard Cameron, llamado el León del Pacto, y de Alexander Peden, llamado el Profeta del Pacto. En la boda de Brown, en 1685, Peden le dijo a la nueva señora Brown: «Tienes a un buen hombre para que sea tu marido, pero no lo disfrutarás mucho tiempo. Valora su compañía, y mantén una sábana junto a ti para envolverlo porque, cuando menos lo esperes, la necesitarás, y quedará ensangrentada». Un impedimento del habla no le permitió a Brown convertirse en predicador, pero en su humilde cabaña dirigió una escuela bíblica donde enseñaba a los jóvenes en lo que podría considerarse la primera escuela dominical regular. El año 1685 ha sido considerado el peor Tiempo de Matanza de una terrible era. Los covenanters escoceses fueron implacablemente presionados, acosados y asesinados, como lo registra tanto el historiador lord McCauley como el autor Daniel Defoe. Cuando, en ese año, las tropas llegaron a la puerta de Brown, lo hicieron buscando a Peden, debido a que
Leer másJohn Brown era un granjero escocés lleno de pasión por Cristo. Provenía de la patria de los lolardos, la Comarca de Ayr. Criado en la fe reformista y de la Iglesia libre, Brown era un amigo cercano de Richard Cameron, llamado el León del Pacto, y de Alexander Peden, llamado el Profeta del Pacto. En la boda de Brown, en 1685, Peden le dijo a la nueva señora Brown: «Tienes a un buen hombre para que sea tu marido, pero no lo disfrutarás mucho tiempo. Valora su compañía, y mantén una sábana junto a ti para envolverlo porque, cuando menos lo esperes, la necesitarás, y quedará ensangrentada». Un impedimento del habla no le permitió a Brown convertirse en predicador, pero en su humilde cabaña dirigió una escuela bíblica donde enseñaba a los jóvenes en lo que podría considerarse la primera escuela dominical regular. El año 1685 ha sido considerado el peor Tiempo de Matanza de una terrible era. Los covenanters escoceses fueron implacablemente presionados, acosados y asesinados, como lo registra tanto el historiador lord McCauley como el autor Daniel Defoe. Cuando, en ese año, las tropas llegaron a la puerta de Brown, lo hicieron buscando a Peden, debido a que
Leer másEra joven y valiente, un escocés que creía que ningún ser humano, campesino o rey, era cabeza de la iglesia de Cristo, sino solo Cristo. Hugh McKail lo dijo en el último sermón que predicó el domingo antes de que todos los covenanters presbiterianos fueran depuestos a favor del episcopado de Carlos II. Sus palabras ese día fueron alimento para la gente, pero veneno para el estado. El joven pastor McKail huyó a Europa y a un lugar seguro. Prácticamente nada se sabe del nacimiento y niñez de McKail. Después de estudiar en la Universidad de Edimburgo, fue ordenado a los veinte años, solo un año después de que Carlos II hubiera rejuvenecido la monarquía tras el experimento fallido de Oliver Cromwell de la soberanía popular. Si McKail se convirtió en un combatiente es incierto, pero con toda certeza conocía a los capitanes covenanters y probablemente viajó con ellos. En noviembre de 1666 fue capturado y torturado para obtener información que aparentemente retuvo a pesar de que le clavaron una cuña de metal con un martillo en una pierna, lo cual le hizo pedazos el hueso. Un mes después, el 18 de diciembre, fue juzgado junto con otros presos y condenado a la horca.
Leer másCuando estaba a punto de ser quemado en la hoguera, Walter Mill exclamó con confianza y valentía: ¡Me maravillo de su ira, hipócritas, que persiguen con tanta crueldad a los siervos de Dios! En cuanto a mí, ahora tengo ochenta y dos años, y no puedo vivir mucho tiempo más por el curso de la naturaleza; pero de mis cenizas surgirán cien que los esparcirán a ustedes, hipócritas y perseguidores del pueblo de Dios; y aquellos de ustedes que ahora se creen los mejores, no morirán tan honestamente como yo lo hago ahora. ¡Confío en Dios, seré el último que sufrirá la muerte de esta manera por causa de esta tierra! Sus palabras fueron proféticas porque fue, de hecho, el último mártir de los inicios de la reforma en Escocia. Nacido en 1476, Mill se convirtió en sacerdote en el condado de Angus, Escocia. Impresionado por las enseñanzas de los reformadores, cuestionó la jerarquía y la teología de la iglesia y dejó de oficiar misa. Así que, de joven, fue condenado a muerte por su desafío a la iglesia. Con el tiempo, en 1538, Mill fue arrestado, pero escapó a Alemania, donde ministró durante veinte años. A los ochenta y
Leer másJohn Nesbit fue un combatiente, un soldado en la Guerra de los Treinta años en el continente, un guerrero entre los convenanters escoceses. Pero sufrió heridas y cicatrices en el corazón que fueron un poco más severas que las del cuerpo. Para cuando fue capturado y juzgado, ya se estaba despidiendo de las luchas que había visto en la Tierra y estaba ansioso por el Cielo. Cuando Nesbit regresó de la guerra en Europa, el rey Carlos II había comenzado a imponer su voluntad sobre Escocia y la iglesia escocesa, voluntad a la que se opusieron los decididos covenanters de la iglesia libre. Ellos resistían a cualquier persona como cabeza de la iglesia y a los sacerdotes del rey como intermediarios Los covenanters creían con igual fuerza en Cristo solo como cabeza de la iglesia y en la resistencia armada como un derecho de todos lo que buscan adorar de esa manera. Los covenanters no se inclinarían ante el rey Carlos sin luchar. Pero Nesbit tenía otros asuntos también. Se casó con Margaret Law y formaron una familia. Guardó un Nuevo Testamento escrito a mano que le fue heredado por su bisabuelo quien fue uno de los predicadores descalzos enviados
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