Historias de mártires cristianos: Samuel Masih
Pakistan
«La ley de blasfemia en su forma actual se ha convertido más en uninstrumento de persecución y venganza que de justicia», declaróeleditorial de un periódico pakistaní. Blasfemiasignifica ‘mostrarextrema irreverencia hacia algo sagrado’, y durante siglos los cristianos han sido acusados de blasfemar contra el islam. A menudo en Pakistán, testigos artificiales con acusaciones falsas han hablado en contra de los creyentes, y eso los ha enviado a la cárcel e incluso a la muerte. Tal fue el caso de Samuel Masih, cuyo cuerpo fue encontrado ensangrentado y maltratadocon elcráneo destrozado.
Bajo la pena máxima por violar la sección 295 del código penal pakistaní, Masih podría haber sido encarcelado por dos años y multado, de haber sido encontrado culpable por «profanar un lugar de culto con la intención de insultara la religión (islam)».
El olor acre de orina y sudor llenaba la sucia prisión. Lossonidos de la tos y de las patasde los ratones resonaban a lo largo de las paredes. Al final del pasilloyacía Masih, quien luchabapor respirar y tosía sangrecon frecuencia. Aunque el jefe de la prisión estaba profundamente resentido con su prisionero cristiano, envió a Masih al hospital para que fuera tratado porsu tuberculosis avanzada.
Durante su estancia, había un policía asignado cerca de su cama. Cuando Masih tenía que estarse recuperando sin problemas, ocurrió un crimen horrible. Una mañana temprano, el agente de policía entró en la habitación y golpeó a Masih con un martillo en la cabeza. Sangrando profusamente por sus heridas, Masih cayó en coma y fue llevado de emergencia a la sala de neurocirugía, donde murió unos días más tarde. El agente de policía pakistaní que le quitó la vida afirmó: «Quería ganarme un lugar en el paraíso por matarlo».
«Este es un caso que pone de manifiesto, como ninguna otra cosa más, las innumerables contradicciones que estas leyes [de blasfemia] han infundido en este estado y en la sociedad—declaró el editorial del periódico Daily Times al día siguiente de la muerte de Masih—. El hecho es que es una mala ley tanto en su concepción como en su implementación, y la legislación ha creado una psique que fomenta el comportamiento justiciero».
Samuel Masih fue arrestado por un crimen que nunca cometió. Su únicocrimen fue seguir el llamado del único y verdadero Salvador, Jesucristo. El asesino de Masih pensó que matarlo le ganaría un lugar en el paraíso. Samuel Masih, sin embargo, conocía la única manera verdadera de llegar al cielo, a través deJesucristo, y ahora está con su Salvador.