Maestros cristianos martirizados por Al Shabab en Kenia
Kenia
Varios militantes de Al Shabab vinieron por los maestros cristianos Philip Okumu y Daniel Wekesa en medio de la noche. Rodearon la casa de los hombres en su pequeña aldea keniana cerca de la frontera somalí y luego arrojaron una granada por una ventana. A medida que las llamas se extendían por la estructura de bloques de concreto, Philip y Daniel corrieron hacia la puerta y fueron asesinados a tiros cuando salían del edificio. Según un grupo de líderes cristianos somalíes, los hombres fueron asesinados por compartir el evangelio con sus alumnos
Aunque están establecidos en Somalia, los terroristas de Al Shabab se mueven libremente a lo largo de las fronteras del país con Kenia y Etiopía en una región conocida como Gran Somalia, haciendo cumplir sus duras normas religiosas con una injusticia brutal. Compartir el evangelio en esta región es extremadamente peligroso.
Ni el Gobierno somalí ni el keniano han podido controlar al grupo islamista en esta región fronteriza sin ley, lo que provocó que el Gobierno keniano instara a los trabajadores no musulmanes del Gobierno como Philip y Daniel a abandonar el área. Sin embargo, los dos hombres cristianos eligieron quedarse, porque sabían que los niños étnicamente somalíes que habían instruido no tendrían otra forma de escuchar el evangelio. Su amor por los niños y su fidelidad a Cristo les costó la vida esa noche de octubre de 2018.
Es imposible obtener un ejemplar de la Biblia en somalí dentro del país, y son incluso difíciles de encontrar en la Sociedad Bíblica de Nairobi, Kenia, una nación mayoritariamente cristiana que tiene una gran población somalí. Y ser atrapado por Al Shabab con un ejemplar de la Biblia casi invariablemente resulta en una ejecución inmediata. Los cristianos, por lo tanto, la prefieren en formatos digitales que son muchomás fáciles de ocultar, y VOM apoya a algunos creyentes valientes que se atreven a entrar a Somalia con la Biblia en formato digital para compartirle a los hambrientos de la Palabra de Dios.
VOM les suministra la Biblia a los obreros cristianos somalíes en tarjetas de memoria, que luego son pasadas de contrabando por la frontera unas pocas a la vez. Les dan estas biblias a creyentes secretos que se reúnen solo unas pocas veces al año en grupos muy pequeños en una casa diferente cada vez. Tienen cuidado de variar su método de viaje, escalonar sus tiempos de llegada y entrar en el edificio por diferentes entradas.
Según los obreros de primera línea en Somalia, la mayoría de los que actualmente llegan a la fe en Cristo son mujeres. Debido a que las mujeres están restringidas en gran medida al hogar, es más fácil tener conversaciones privadas con ellas. Además, las mujeres no asisten a la mezquita, por lo que nadie nota una ausencia repentina cuando una mujer se convierte en creyente. Sin embargo, cuando los hombres se convierten, deben encontrar explicaciones creativas para su ausencia enla mezquita. Los hombres que llegan a conocer a Cristo a menudo lo hacen, en parte, a través de las redes sociales e internet en lugar de a través de interacciones cara a cara con otros creyentes.
La Biblia en formato digital es crucial en regiones altamente restringidas como Somalia, Corea del Norte, Irán y África del Norte. La Escritura es una guía de cómo vivir como seguidores de Cristo y también les proporciona a los creyentes la fuerza para resistir la persecución. La Biblia en formato digital, disponible en tarjetas SD, memorias USB y descargas en línea, lleva la Palabra de Dios a regiones donde los creyentes no tienen acceso a ejemplares impresos de la Biblia, y también se puede ocultar con facilidad en teléfonos celulares y computadoras. Además, las audio biblias digitales les permiten a los creyentes escuchar las Escrituras en privado a través de auriculares.
Mientras los extremistas tratan de erradicar el cristianismo con granadas y armas de fuego, las Buenas Nuevas continúan propagándose entre los somalíes a través de los valientes actos de los contrabandistas de la Biblia en formato digital.